El contexto de una sociedad debilitada por la crisis sanitaria, la creciente desigualdad y el cambio climático está haciendo que las empresas se replanteen su organización, sus objetivos y sus actividades.

Por ello, la inversión de impacto ocupará un papel central en las finanzas responsables: ya no se consistirá en tener en cuenta criterios extrafinancieros a la hora de analizar la gestión de las empresas, sino de identificar aquellas empresas cuyas actividades tengan un impacto positivo en toda la sociedad.

  

¿POR QUÉ INVERTIR PARA GENERAR UN IMPACTO POSITIVO?

Por lo que respecta a las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG), los países se han fijado objetivos para que la humanidad no tenga que sufrir su destino el día de mañana. El acceso a la salud y a la educación, la lucha contra el hambre, la pobreza, la desigualdad, el deterioro del medioambiente... los grandes desafíos interrelacionados de nuestro futuro constituyen los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas que hay que lograr para vivir en un mundo sostenible. El sector financiero puede desempeñar un papel apoyando la transición, orientando el ahorro en función de las sensibilidades y las necesidades de cada inversor.

Actualmente, no solo apostamos por la integración de los criterios ASG en la gestión de las carteras, sino que también informamos a los inversores sobre las medidas adoptadas para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. Esta es la propuesta de valor de la inversión de impacto: generar un impacto social y medioambiental positivo y cuantificable, además de una rentabilidad financiera.

  

MEDIOAMBIENTAL Y SOCIAL : EL PAPEL DE LAS EMPRESAS VALORADO DESDE LA PERSPECTIVA DEL IMPACTO

El requisito previo para evaluar correctamente el impacto de las empresas es traducir los objetivos a nivel macroeconómico en objetivos a nivel microeconómico. Por ejemplo, ¿cómo podemos juzgar la acción de una empresa en favor de la erradicación del hambre en el mundo, uno de los ODS?

No puede valorarse únicamente en función del sector de actividad de la empresa, sino que hay que tener en cuenta la intencionalidad.

UN PRIMER PASO PARA LAS EMPRESAS ES IDENTIFICAR LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE SOBRE LOS QUE PUEDEN ACTUAR E INFORMAR. DEBEN ASEGURARSE DE APLICAR UNA METODOLOGÍA TRANSPARENTE Y COMPARABLE A LA DE OTRAS EMPRESAS DEL SECTOR. SIN ESTO, LOS DATOS SERÁN DIFÍCILES DE VALORAR A NIVEL DE TODA CARTERA EN EL MARCO DE UNA ESTRATEGIA DE INVERSIÓN DE IMPACTO.

Una empresa puede posicionarse para la inversión de impacto de varias maneras. Puede evaluar el impacto positivo de sus actividades. También puede reducir el impacto negativo de sus actividades, por ejemplo, mejorando su eficiencia energética y auditando su cadena de suministro para limitar su huella de carbono en origen o tomando medidas sobre la cadena de producción de sus productos. Garantizar un buen trato a sus empleados y proveedores, así como las buenas relaciones con las comunidades locales, proporciona una buena posición general en materia ASG.

Los gestores de impacto son sensibles al impacto social positivo en el conjunto de los grupos de interés. Sea cual sea el impacto que considerado, la medición debe centrarse en los beneficiarios. Hay que tener en cuenta que un compromiso puede afectar a varios grupos de interés, lo que requerirá varios indicadores.

Además, las medidas deben ser supervisadas a lo largo del tiempo y comparadas con la tendencia general del índice en los últimos años para evaluar el nivel de consecución del objetivo con respecto a la meta final.

La publicación generalizada de indicadores de impacto por parte de las empresas permite a cada inversor posicionarse de forma más clara sobre las cuestiones ASG según sus prioridades y sensibilidades, a la vez que realizar una evaluación precisa del impacto de su inversión en favor de un mundo más sostenible.

  

EL IMPACTO EN CPR AM, UNA DINÁMICA EN MARCHA

Por lo que respecta al impacto, CPR AM ha desarrollado una amplia gama de productos que ofrecen a nuestros clientes una sólida rentabilidad financiera con efectos positivos para el medioambiente y la sociedad. Nuestros fondos Climate Action (sobre la selección de las empresas más comprometidas con la lucha contra el calentamiento global) y Food For Generations (sobre la cadena alimentaria mundial y la reducción del consumo de agua) nos permiten identificar a las empresas mejor preparadas para abordar los principales desafíos medioambientales.

Hemos forjado alianzas innovadoras, sobre todo con CDP, el principal proveedor de datos sobre el clima, para combinar los mejores talentos.

En materia social, a través de nuestro fondo de Education medimos variables como el número de estudiantes formados y el número de horas de enseñanza impartidas, así como el número de comedores escolares y camas de residencia universitaria financiados. Además, Social Impact es el primer fondo del mercado mundial de gestión de activos cuyo proceso de inversión se enfoca principalmente en la reducción de las desigualdades, evaluando a las empresas de acuerdo con cinco pilares: ingresos, fiscalidad, diversidad, educación y salud, y libertades fundamentales. Por último, la última novedad de nuestra gama, el fondo Ambition France, se dedica a la recuperación de la economía nacional a partir de tres factores: asistir a las empresas francesas más afectadas por la crisis de la covid-19, apoyar la recuperación de la soberanía nacional en determinados sectores clave y promover una economía posterior a la covid-19 orientada a las nuevas aspiraciones de la sociedad que la epidemia ha reforzado. Con este fondo, evaluaremos nuestro impacto mediante indicadores sociales tangibles, como la creación de empleo en Francia.